CARTA DE AMOR 12
Señora bonita, mi hermosa amiga:
Esta tal vez no sea la última carta que le escriba, pero sí es la más sentida. A veces, como hoy, la tristeza me invade, como una sombra en una mañana lluviosa. Bienaventurada sea la tristeza que nos recuerda la profundidad del sentir humano.
Tendré risas para repartir en otro momento, lo sé, cuando el sol vuelva a brillar y la vida se pinte de colores alegres. Pero esta mañana no es el momento. Bienaventurada sea la paciencia en la espera, la esperanza que florece en el corazón. Pues, aunque hoy me haga falta su sonrisa, sé que vendrán días luminosos donde su risa será como el canto de los pájaros.
Me hace falta su presencia, su voz suave, como un árbol sediento de agua junto a una fuente. Bienaventurada sea la añoranza que fortalece el alma, porque en cada gota de lluvia, en cada latido de melancolía, está la promesa de un nuevo amanecer.
Y así, mi hermosa amiga, en la tristeza de hoy se siembra la alegría de mañana, en la ausencia, la promesa de un reencuentro. Bienaventurado sea el corazón que siente profundamente, porque en su sentir, encuentra la vida misma.
Jorge Narváez C.
Doctor Jorge . en la tristeza de hoy se siembra la alegría de mañana... Sus letras son hermosas. Mariamartinez.
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