miércoles, 25 de junio de 2014

HADA DE LOS CUENTOS



No sé qué me separa más de ti,
no sé qué me duele más
si el camino que recorro por más tiempo
o los años que me acercan a la muerte.

Que cerca te pones de mis sueños
y que lejos estás de mis días,
que estruendoso silencio
trajiste hasta mi suerte.

Yo que ya quería contar mis propios cuentos,
justo cuando había guardado mi capa de héroe desgastado,
justo cuando transitaba por  mis campos y nostalgias,
con mis anclas y mis vasos medio llenos.

Hoy me traes y me llevas, 
me quitas y me pones,
me arrancas y me elevas,
vienes a romper mis miedos
con tu canto de luna llena,
con tus silencios prolongados
y tus monosílabos.

Con tu sombra proyectada al lado mío,
borraste las marcas que he dejado en el camino,
las rutas delineadas,
los hitos y linderos,
dejaste de un soplo en el olvido
la suerte que ya estaba echada.

No sabes que gracias a tu sonrisa
-casi inocente-
Me puedo perder si no te encuentro
o me puedo encontrar
-por fin-
Si no te pierdo.

No sé si es peor, quedarme o volver de mi destierro,
solo déjame mirarte con mis ojos de niño,
con el asombro que me causas,
porque es hermoso encontrarte
-y reencontrarme-
después de tanto olvido.





                                           

martes, 17 de junio de 2014

MIEDO


CLANDESTINA






Aunque pasen los días

y sus noches

o el viento arrastrando

las hojas que cayeron

así sea el ultimo momento

estarás en la sustancia

misma de mi vida



Fuimos mucho más

que dos cuerpos entregados

lo prueba el sabor

que no se olvida

lo dice el olor

que aún se queda



Somos dos briznas de amor

lanzadas al olvido

pasiones que regresan

con el viento

olor a humo

impregnado en el cuerpo

después del fuego del amor

y tu silencio



Eres parte de mis recuerdos

recordables

la palabra que fluye

nuevamente

la mente que retorna

a los momentos

los labios que recuerdan

los sabores



Nada ni nadie borrará

tus manos furtivas

tu sonrisa cómplice

tus besos rebeldes

tus ojos que iluminan



No cambié mis gustos

y rutinas

ni la tasa de tomar café

o las horas sentado

mirando la ventana

esperando una noticia

o tu llegada



Aunque el tiempo

implacable

pase su cuenta de cobro

a la memoria

mis latidos guardarán

por siempre

tu imagen clandestina