martes, 25 de febrero de 2020

VAMPIROS

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Te has quedado desnuda en mi recuerdo, ahora pasas deambulando los cuartos y los lugares en que nos amamos con tanta pasión, como un fantasma. Un fantasma que ocupa lugares que ya te son extraños.

Ya estas noches no huelen a miel, ni a chocolate espeso, ni al tecito caliente en las pequeñas tazas de porcelana, ahora el silencio nace de tu boca y de tus manos. Creíste que no era fácil renunciar a tus recuerdos, ahora ellos deambulan por la casa como seres de ultratumba y yo he aprendido a dejarlos pasar frente a mi taza de café recién colado y ante el espejo mientras me cepillo los dientes antes de acostarme. Son parte de la decoración, hasta los gatos ya no los persiguen como cuando jugaban con la sombras de tus manos. Pasaron muchos días y algunas noches vieron el amanecer esperando que regreses, pero todo acaba más temprano que tarde.

Tus recuerdos que antes se peleaban por salir del encierro, hoy dormitan en el día para salir a darse una vuelta en las noches, como vampiros taciturnos que regresan a su cajón más rápido de lo que lo hacían hace un tiempo. Se quedaron atrás las imágenes de los cuerpos calcinados por el deseo, a veces retumba el eco de tu risa y entonces sonrío con un gesto de complicidad, era solo un recuerdo, me digo y apuro un sorbo de café y continuo con el acto cotidiano de vivir sin vos. Una escena de película muda, una imagen sin música, sin recordación a largo plazo. Cortas imágenes adheridas a la mirada mientras busco que ver en la televisión y un destello de caricias en mi piel, que cada día se vuelven más imperceptibles.

Te has quedado desnuda en mi recuerdo, y no esa desnudez que estás pensando, es la desnudez de haberte desprendido día a día de esa necesidad que yo tenía de ti. Estás desnuda de mí, de mis miradas, de mis caricias y sobre todo de mi recuerdo.

lunes, 24 de febrero de 2020

GATO


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Pensé que mirar la tarde en la ventana era suficiente. Sentir el aire golpear el vidrio de ese rectángulo abrazando el gato, contemplando el aire mecer el árbol de enfrente, esperándote sin esperar que regreses.



La piel se eriza al repasar algunos sueños desportillados por la erosión del olvido. Amaneceres fríos abrazando tu recuerdo pasan por entre las imágenes detrás de esta ventana, cuando se ama tanto el amor no envejece, se impregna del polvo y del hollín pero permanece intacto, es solo soplar con fuerza y vuelve a su estado original, eso lo entiendo ahora.

Allá tras esos techos está el volcán inamovible, como un penacho la nube lo toca, lo acaricia, lo besa, mientras repaso los sonidos de las risas que estruendosas alguna mañana se chocaron con estos vidrios en los cuales ahora reposo mi frente. Desde ahora te declaro dueña de mi ventana, del largo y ancho de este rectángulo que ahora adquiere otra dimensión más profunda y diáfana.


Varias noches sin sueño me tienen aquí de frente al tiempo, mirando sin mirar y recordando. Esta tarde se escapa por pocos, como humo a bocanadas entre el que me ahogo, recordando apenas lo suficiente de un pasado feliz, de un pasado que intento no olvidar y del cual me impregno para que se quede en mí, aun mi olvido.

En esta ventana te sueño, de pie, con el gato en mis brazos ronroneando al compás de tus imágenes, como un fondo musical. Y entonces me convierto en gato, brinco al tejado de al lado, siento mis patas afelpadas caminando a saltos por las tejas, mi piel oscura se confunde con las sombras que se apoderan de la tardenoche, con mis zarpas me ayudo a bajar por el muro y llego a la calle y corro como si de ello dependiera mi vida. Viajo por el tiempo y el espacio, como un rio que me lleva a ti, cierro los ojos y atravieso días, meses y años, el mundo se ve reflejado en mis ojos de gato, el mundo y el tiempo, el mundo y tu cuerpo.

La luna siempre ha sido nuestra compañera, ella te bañó desnuda la primera vez que nos amamos. Redonda casi al punto de reventar al pie del volcán eterno y vos allí, te agachas para alzarme en tus brazos y sentir mi cuerpo de gato en tu pecho. Y yo que quiero ser yo para amarte de nuevo, mi sangre hierve, se toma cada una de mis venas y corre por mí, de norte a sur.

Mi sueño se rompe en un suspiro, al pie de la ventana la luz de la luna, mi gato brinca al piso y se pierde raudo tras el sofá de la sala, yo solo recuerdo tu mirada y en mi camisa encuentro un cabello, seguro estuve entre tus brazos aún el olor de tu piel se pierde en el ambiente y el halo de tu respiración desaparece de la ventana.
Pensé que mirar la tarde en la ventana era suficiente, ahora entiendo que además había que volverte a visitar así sea en mis recuerdos.





TU RISA



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Hoy, temprano en la mañana, recordé el timbre especial de tu risa. Entonces sentí esa sensación de bienestar que da un lunes de vacaciones, después de mirar el despertador y decirle con la mirada que te vas a quedar en la cama hasta que te dé la gana. O esa tranquilidad que encuentras al mirar el puerto después de remar a través de las olas durante mucho tiempo, ese suspirar por saber que lo peor ya pasó. La alegría misma hecha sonido.
Sí, hoy se me vino a la mente el brillo de tus ojos cuando ríes. Esa puerta al sol al despuntar el alba, esa entrada a un mundo perfecto, un retazo de cielo que me llena el alma.
Esta mañana muy temprano llovía y hacía frío. Pero tu recuerdo me abrigó el espíritu, fue como encontrarme con el olor de las plantas y de la tierra mojada. Esa sensación de alegría me invadió la esperanza. Sé que en algún momento nos volveremos a comer el día a mordiscos grandes para saborearlo a placer, lentamente y sin temor a nada. Entonces sonreí como cuando te veo reír y me abrigué el corazón y el cuerpo, la esperanza y el alma.

viernes, 14 de febrero de 2020

NARIÑO


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Esta tierra se sostiene en una nube
Y se pierde como un sueño en medio de la noche
Esta tierra es solo un punto más allá del horizonte
Un aro bordado de sol y de sudores

Esta tierra no es nada más que lo que vos quieras
Una árida estepa empolvada bajo el viento
O una fértil franja de este trópico musicalizado por tu risa
Esta tierra sos vos aunque aún no lo sepas

Es agua y barro
Es árbol frondoso al lado del camino
Es olor a leña que evoca los sabores
En la tulpa sentados al lado de la abuela

Esta tierra es lo que quieras o lo que dejes que otro quiera
Las palomas azuladas a lo largo de los aleros
La canción de cuerdas de guitarra
O solo un montón de trastos viejos arrumados

Esta tierra es y será el resultado
Del amor y el compromiso que vos tengas
No de lo que te digan que ya hicieron
Porque todo está por hacer y por soñarlo de nuevo

martes, 11 de febrero de 2020

AMANECERES







































Quiero un beso tuyo, un beso mañanero, acompañado de un abrazo, de esos que intentan desarreglar los huesos.


Quiero una palabra tibiecita en el oído, de esas que retumban en la mente todo el día.

Quiero que me aprietes un ratito, así como apretabas tus muñecas cuando tenías 5 años.

Quiero que me regales en un instante más que un sueño una certeza, la certeza de vivir por un motivo.

Porque te pienso en el filo del deseo.

Ese punto cardinal que me ensañaste como una rosa de los vientos.

El mismo punto desde el que he saltado al vacío una vez y otra vez más.

Quiero volver a recorrer la memoria de tu piel.

Que vuelvas a sentir ese latido que se quiere salir de tu pecho.

Quiero que quieras con deseo inatajable volver a hacerme tuyo.

Quiero descansar otra vez entre tus brazos, después de una jornada de amarnos sin descanso.

Y entonces oír el latido en tu pecho después de haber llegado juntos hasta el cielo.

Quiero besarte despacito, poco a poco. Resucitar en tu memoria. Quiero que me beses, que me des la humedad de tu lengua, el sabor de tus labios.

Y entonces si, por fin bajar recorriendo palmo a palmo, recorriendo tus caminos.

Quiero que sientas mis manos reencontrando tus sueños. Mirar tus ojos asombrados cuando mis ojos brillen de deseo.

Quiero escuchar ese suspiro que te deja sin aliento.

Dejarme llevar por las últimas palabras al final del penúltimo momento, en que reconozcamos juntos el sendero de tu piel apretada entre mis brazos y mis besos ahogados en tus besos.

NO LO DUDES



TU MAÑANA

Hay mañanas como esta en las que abro los ojos y entonces la mañana se convierte en tu mañana.
Y qué decir de la música que escucho, es tu música, ocupando cada rincón y la ventana. Entonces la mañana tiene música y la música una ventana y la ventana tiene luz de esa mañana, tu mañana, acompañada por tu música.
El sol calienta como calientan tus besos y tu risa es la música que choca contra ese ventanal y se vuelve caricias y las caricias música y la música mañana, tu mañana.
Hay mañanas como esta en las que cada rincón se ilumina con tu imagen y cada imagen se torna en olores y sabores. En sabores a frutas y olores a flores que se vuelven manos y caricias y luces destellantes que compiten con el sol.
Hay mañanas como esta en que me niego a perder tu recuerdo, en las que disfrazo tus besos en el café recién colado, en los que trasformo el agua que me baña en tus palabras, en los que tus ojos los torno en el reflejo del sol en la ventana.
Hay mañanas como esta que se vuelven tu mañana. En las que sigo esperando verte, en las que no quiero perder la razón de extrañarte y combato con el olvido, el tuyo y el mío, dos voraces dragones que se comen a mordiscos, la música y el viento, el sol y la ventana, tu imagen y tu risa y poco a poco la mañana, tu mañana.