lunes, 2 de septiembre de 2024

PADRE

Padre 

 

En la brisa suave de la tarde, 

tu voz resuena, 

como un eco lejano 

en el corazón de un bosque viejo. 

 

Tus manos, 

dibujadas por el tiempo, 

son mapas de caminos 

que recorrimos juntos, 

y siempre regresan.

 

En cada recuerdo, 

la historia de un hombre 

que construyó puentes 

entre sueños y realidad, 

vendiendo sueños

con la fuerza de su esperanza.

 

Tu risa es una canción, 

que resuena en mi mente, 

guiando mis pasos 

evitando el olvido.

 

En el silencio de la noche, 

cuando el mundo se calma, 

tu figura se dibuja 

en el umbral de mis pensamientos, 

y en el espejo reflejando mi imagen, 

te veo, con la misma claridad

de mis ojos de niño.

 

Jorge Alberto Narváez Ceballos

Fotografía del álbum familiar
mi Padre Jorge Orlando Narváez Silva


 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario