miércoles, 4 de septiembre de 2024

A MI NIÑEZ

 A mi niñez

 

Recuerdo los días alegres 

en los que el sol jugaba en mis manos, 

cuando el viento era amigo 

y los sueños se teñían de verde.

 

Corría por campos sin dueño, 

por senderos de polvo y risa, 

sin saber que el tiempo, 

ese ladrón silencioso, 

robaba minutos de mi alegría.

 

Los árboles eran gigantes, 

los ríos, interminables, 

cada piedra, un secreto, 

cada hoja, una historia.

 

Hoy miro atrás y veo 

a ese niño que fui, 

diminuto y sin sombras, 

hablando con estrellas, 

inventando mundos 

en un rincón del jardín.

 

Pero los días se hicieron cortos 

y la inocencia se ocultó tras las montañas, 

dejando un eco distante,  

una melodía que apenas escucho.

 

A mi niñez, le escribo ahora, 

con manos curtidas, 

con la nostalgia de quien sabe 

que esos días, 

tan claros y luminosos, 

se han ido para siempre, 

pero la tarde los regresa 

cuando cierro los ojos,

entonces sonrío y me abrazo.

 

Jorge Alberto Narváez Ceballos

Óleo sobre lienzo
Darwin Córdoba


 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario