viernes, 2 de agosto de 2024

CUANDO TODO SE ROMPE

CUANDO TODO SE ROMPE

(A mis hermanos palestinos)

 

Cuando todo se rompe, 

el cielo se desploma en mil pedazos, 

y la tierra se abre en grietas profundas. 

Las palabras se desmoronan, 

y los silencios se vuelven ensordecedores.

 

Las promesas se deshacen como niebla, 

y los sueños se evaporan en el aire. 

Las miradas pierden su brillo, 

y las manos se sueltan, vacías.

 

Cuando todo se rompe, 

el pasado se convierte en polvo, 

y el futuro en una sombra incierta. 

Los caminos se borran, 

y los destinos se confunden.

 

Pero en medio de los escombros, 

una chispa de esperanza persiste. 

Una flor solitaria florece, 

entre las ruinas del dolor.

 

Porque, aunque todo se rompa, 

el alma tiene la capacidad 

de reconstruirse, de renacer. 

De encontrar belleza en la devastación, 

y fuerza en la fragilidad.

 

Cuando todo se rompe, 

es el momento de recordar 

que la luz más brillante 

nace en la oscuridad más profunda. 

Y que incluso en la ruptura, 

hay posibilidad de redención.

 

Cuando todo se rompe

Y no hay nada más que perder,

cuando los caminos se acaban,

cuando ya ni el miedo te acompaña,

entonces y sólo entonces,

solo hay opción de vencer…

 

Jorge Alberto Narváez Ceballos.




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