sábado, 3 de agosto de 2024

CARTAS DE AMOR 29

CARTAS DE AMOR 29

Señora bonita,

 

No sabe cuánta falta me hace, cuánto me urge encontrarla y, sobre todo, cuánto la necesito. El tiempo, implacable en su marcha, no ha mellado mi amor ni ha apagado este deseo que se vuelve parte de mi piel. Amarla es un suspiro en la madrugada, ese sobresalto en una noche fría y silenciosa, ese latido que resuena en el silencio, el fuego que arde suave y constante. Mi amor, lejos de desvanecerse, se ha aferrado a mi ser con la tenacidad de las raíces que buscan vida en la tierra más árida.

 

En las noches, cuando el silencio se vuelve abrumador, la imagino entre sueños. Su rostro dibujado en la penumbra, su risa resonando como un eco lejano, su presencia llenando el vacío que deja su ausencia. Amarla es encontrar paz en medio del caos, es descubrir un oasis en el desierto de mis días. Usted es la ausencia que pesa en cada rincón de este cuarto, la sombra que acompaña mis pasos y la luz que busco en la penumbra. Cada minuto sin usted es un océano de incertidumbre, un desierto de nostalgias.

 

La necesito como el poeta necesita sus versos, como la noche anhela el amanecer. Usted es la musa que inspira mis desvelos, la razón detrás de cada palabra que escribo, la melodía que da sentido a mi existencia. Sin usted, mi mundo es un lienzo en blanco, una sinfonía sin notas, un libro sin palabras.

 

En cada amanecer, cuando el primer rayo de sol toca la tierra, siento su ausencia como un golpe certero, pero también renace la esperanza de encontrarla. Porque amarla es una búsqueda infinita, un anhelo que no se apaga. Usted es el sueño que persigo, la estrella que guía mi noche, el amor que da sentido a mi vida. Sigo amándola con la intensidad del primer día, con la certeza de que, a pesar del tiempo y la distancia, este amor es eterno. Porque usted, señora hermosa, es la esencia de mi ser, la razón de mi existir, el latido constante en el silencio de mi corazón.

 

Recuerde siempre que soy suyo, tanto o más de lo que soporta mi alma.

 

Soy ese ser que La ama y la extraña.

 

Jorge Alberto Narváez Ceballos.



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