Sombras y contraluz
Bajo la luna llena,
las calles murmuran viejas canciones,
el viento, siempre juguetón,
corre descalzo, riendo,
persiguiendo sombras largas
que bailan en el pavimento.
Las estrellas, tímidas,
se esconden un poco más lejos
cuando la noche se envuelve
en su manto de neblina.
Y yo,
con el corazón en las manos,
me quedo en silencio,
esperando que los ecos de otros tiempos,
de aquellos días que ya no están,
vuelvan a susurrarme al oído.
Te extraño…
Jorge Alberto Narváez Ceballos
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