jueves, 27 de febrero de 2025

CAMINOS DE VIENTO Y SOMBRA


He visto la tarde irse despacio, 

con los pies de brisa sobre la hierba, 

y el cielo inclinarse, hondamente azul, 

para abrazar los montes de niebla. 

 

Las hojas dormitan sobre la tierra, 

en su callado murmullo de sombras, 

y el río, al cantar entre piedras y espuma, 

trae voces antiguas, lejanas memorias. 

 

Mi alma es un árbol que sueña en el viento, 

sus ramas respiran la luz y la ausencia, 

y un pájaro errante, de alas morenas, 

deja en mi pecho su pena secreta.  

 

Soy la estela de un sol que declina, 

la savia profunda de un sueño dorado, 

y en medio del aire que aroma la vida, 

se funden mi canto, la tierra y el alba. 

 

Jorge Alberto Narváez Ceballos



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