Entre los arbustos y los árboles
el viento entona su canto verde,
un río de hojas se mece callado
como un murmullo de infancia lejana.
Brilla la bruma en la piel del musgo,
sueñan las sombras en su letargo,
y en el susurro del bosque antiguo
se esconde el tiempo, dormido y manso.
Jorge Alberto Narváez Ceballos