REBELDÍA
Rodrigo tenía una rotativa de
principios del siglo, que había llegado de Europa con unos migrantes alemanes
durante la Primera Guerra Mundial. Hacía tarjetas, invitaciones y calendarios,
pero desde que los liberales, anarquistas y revolucionarios tenían la necesidad
de imprimir sus comunicados y periódicos, él hacía jornadas extras de trabajo.
La rotativa, con su antiguo
cuerpo de hierro y sus engranajes gastados, cobraba más vida en aquellas noches
clandestinas. Cada hoja que se imprimía llevaba no solo tinta, sino también el
sudor y la esperanza de un pueblo que ansiaba cambios. Rodrigo, con sus manos
curtidas y sus ojos cansados, se convirtió en el artesano de la revolución, un
silencioso testigo de la historia que se escribía en su taller.
Los comunicados urgentes, los
manifiestos ardientes y los periódicos clandestinos pasaban por sus manos y se
transformaban en voces de lucha. A veces, entre el ruido constante de la
máquina y el aroma del papel recién impreso, Rodrigo se detenía a pensar en los
hombres y mujeres que leerían esas palabras, en cómo cada letra tenía el poder
de encender corazones y desafiar al poder establecido.
Cada noche, mientras la ciudad
dormía, Rodrigo se sumergía en su trabajo, consciente de los riesgos, pero
también de la importancia de lo que hacía. Sabía que no era solo un impresor;
era un guardián de la palabra, un cómplice de sueños y de libertades. La
rotativa, testigo de tiempos convulsos, giraba sin descanso, vomitando páginas
que serían escondidas, repartidas y leídas con avidez.
Así, en la penumbra de su pequeño
taller, Rodrigo se convertía en parte de una red invisible de resistencia. Los
papeles impresos viajaban de mano en mano, susurrando historias de libertad y
justicia. Y aunque su nombre no aparecería en los libros de historia, Rodrigo
sabía que en cada impresión dejaba una huella indeleble en la lucha por un
mundo mejor.
Esta noche era especial, 28 de
diciembre pasado por agua y por inocentadas y la llegada de los muchachos con
el texto del último comunicado llegado desde el Cauca en la mañana. Lo leyó un
par de veces, rio de alegría y le dijo a Santiago, su oficial, que fuera por
una tinta y una botella de “diluyente”, que era como le llamaban al Aguardiente
Galeras.
El 29 de diciembre de 1985 a las
6 de la mañana entregaron los paquetes del comunicado a los mismos muchachos
que llevaron el texto la tarde anterior.
COMUNICADO AL PUEBLO AMERICANO
Enero de 1986
Si hay héroes que enfrentan
ejércitos con valor inquebrantable, El Pueblo también quiere ser valiente,
aportar un granito de arena en esta lucha por la Democracia Plena.Las personas se rebelan de
maneras invisibles, ganando batallas que no se escriben en los libros, que no
se cuentan en las noticias. Nosotros luchamos cada día, con gestos pequeños y
poderosos. Una sonrisa en medio del caos, una mano tendida a quien lo necesita,
una palabra amable en tiempos de odio. Esas son nuestras armas, nuestras
trincheras. Hay una gran diferencia entre ellos y nosotros. Mientras nosotros
asumimos la lucha como un camino hacia la paz, hacia la justicia social; ellos,
la oligarquía liberal conservadora desde el poder, hacen la guerra para
perpetuarla, y así perpetuarse en el poder.
Estamos ganando esta guerra, una
guerra de amor, sin importar las consecuencias, sin importar los resultados
visibles. No pueden derrotarnos, porque nuestra fuerza reside en lo intangible.
En la esperanza que se niega a morir, en el abrazo que desafía la soledad, en
la canción que rompe el silencio. En cada rincón oscuro, encendemos luces con
nuestras acciones, con nuestra resistencia pacífica. Ellos no pueden ganarnos,
porque nuestra victoria no se mide en conquistas ni territorios. Se mide en
corazones que laten con fuerza, en almas que se mantienen firmes, en la
inquebrantable determinación de vivir con amor y por amor.
En esta lucha, cada uno de
nosotros es un héroe desconocido, un guerrero de la vida. Nos enfrentamos a
ejércitos visibles con armas invisibles, ganamos batallas que solo nosotros
podemos ganar. Seguimos adelante, sin rendirnos, porque sabemos que nuestra
lucha es justa, porque sabemos que, al final, el amor y la vida siempre
encuentran la manera de prevalecer. Y así, en la cotidianidad de nuestras
acciones, en la sencillez de nuestros gestos, vamos tejiendo un futuro
distinto. Nos miramos a los ojos y reconocemos la fuerza que nos une, la misma
que nos impulsa a seguir adelante, sin miedo, sin tregua. Porque sabemos que,
aunque no estemos en los libros de historia, nuestras historias son las que
realmente cambian el mundo.
En el murmullo de cada voz que se
alza, en la mirada de cada niño que sueña, en el abrazo de cada madre que
espera, está la semilla de una revolución silenciosa que ningún poder puede
detener. Y es allí, en lo más profundo de nuestro ser, donde reside la
verdadera victoria. Porque somos, y siempre seremos, guerreros del amor,
chamanes del templo del jaguar, defensores de la vida.
Si en el movimiento
revolucionario no logramos que cada voluntad y cada arma se indigne contra la
injusticia en este país y se alce a la rebelión contra la injusticia por quien
sea; si no hacemos de la revolución, de la verdad, la democracia, el respeto al
hombre, a las opiniones, a los grupos sociales diferentes a nosotros, de verdad
no vale la pena combatir. Si el mundo que vamos a construir no nos da una
sociedad alegre, vital, con respeto a la persona y a la diversidad, hemos
fracasado.
Llamamos al pueblo valiente a la
unidad popular, a los políticos nacionalistas decentes, a la izquierda política
a dar un paso hacia la unidad política, organizativa y soberana, a los
sacerdotes, religiosas y Pastores que creen firmemente en la opción por los más
pobres que es el legado real de Cristo y a los oficiales, sub oficiales,
soldados y policías de Colombia hijos de obreros, empleados y campesinos de la
Patria, a no apoyar más a la clase oligárquica que ha desangrado a nuestra
Patria y hacer un frente único por la dignidad y la justicia social, que sus
vidas no sea la carne de cañón de los traidores y asesinos que dirigen la política,
las finanzas y la elite de las fuerzas militares en contubernio con
narcotraficantes y delincuentes en el poder.
¡VIDA A LA NACIÓN, PAZ A LAS
FUERZAS ARMADAS, Y GUERRA A LA OLIGARQUÍA!
Desde las montañas de Colombia,
BATALLÓN AMÉRICA ¡PASO DE
VENCEDORES!
MOVIMIENTO 19 DE ABRIL M-19 MOVIMIENTO ARMADO QUINTÍN LAME
MAQL
MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO TUPAC
AMARU MRTA ALFARO VIVE ¡CARAJO! AVC
MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
MIR MOVIMIENTO DE LIIBERACIÓN NACIONAL TUPAMAROS
El sueño Bolivariano del que tanto hablaba Bateman y que plasmó en echos concretos con la fundación de la coordinadora nacional guerrillera y posteriormente con el batallón América.
ResponderBorrarPd: Riverita se llamaba el compañero que nos imprimís los periódicos en un viejo screen no al lado de un aguardiente sino con una estufilla ,una vieja olleta ,un café sin azúcar y sin colar y un paquete de parliament .
Comandó Guadalupe Salcedo Unda
Gracias por tu nota
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