MI CIELO
Existen mujeres que llevan el cielo en sus ojos, no por su color, sino por la profundidad de su espíritu. En sus manos y en sus risas, llevan la música que trasciende los días, como si las estrellas jamás se apagaran en el firmamento de sus sueños.
Hay mujeres que llevan el cielo en su sonrisa, por
la alegría que irradian, porque el corazón salta cuando nos miran y el dolor
desaparece como por arte de magia con uno solo de sus besos.
Hay mujeres que llevan el cielo dentro de ellas,
por la vastedad de su corazón, por la manera infinita de abrazar el mundo y a
los hombres que aman. Son auroras en la noche y sosiego en el día, iluminando
con su presencia y calmando con su amor.
Sus pasos son versos, sus palabras son cuentos, y
en el eco de sus voces, hallamos refugio. En sus abrazos se encuentra la paz
que trasciende el tiempo, la caricia que sana y el susurro que nos invita a
soñar. Ellas, con su amor infinito, nos enseñan que la vida es un poema eterno
escrito en el cielo con sus manos.
¿Quieres ser mi cielo?
Jorge Narváez C.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario