lunes, 2 de mayo de 2016

CARTA No. 14

Mujer.

Hoy amaneció soleado, un calorcito entró por mi ventana al despuntar el alba, en mi mente retumbó tu voz diciéndome entre risas “Ya amaneció, ya salió el sol, ya es de día…  ¡Despierta, despierta! ”. Entonces sonreí, mi primera sonrisa de desayuno.

Hoy amaneció soleado, y sin embargo tengo frío. Sí, tengo frío en el alma, como en el bolero. Amaneció soleado, con tu recuerdo en mi mente, con las canciones que empecé a escuchar mientras me alisté para salir, con tu recuerdo dándole vueltas a mi sonrisa.

Hoy amaneció soleado, pero mi sonrisa no aguantó por mucho tiempo, las melodías que me cantabas al oído en las tardes en que nos escapábamos del mundo terminaron acaparando mi atención y mi sonrisa se fue diluyendo en un signo de interrogación por esa ausencia. 

Hoy amaneció soleado, ya te lo dije un par de veces, pero mi sol no está en mi día, ni en mi cielo, ni en mi alma, tengo frío, tengo dolor de ausencia, esa saudade de la Caetano nos cantaba alguna tarde noche entre tus brazos. Hoy amanecí sin vos a mi lado y sin mí en mi cuerpo, yo estoy lejos de aquí tratando de encontrarte de nuevo o de perderme de una vez por todas.

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