Hay días, como hoy, en que tengo palabras queriendo ser pronunciadas por tu boca. Palabras ávidas en la punta de mi lengua, para nosotros.
Hay tardes, como esta, llenas de silencios queriendo ser copados por suspiros, sonrisas, clamores a la vida. Silencios en que se hace uno tu imagen y tu recuerdo.
Hay momentos, tal cual este mismo instante, en que mis manos extrañan tu tibieza. Tibieza de tu carne y tus palabras, tibieza de tus ojos dejando ver el alma, llena de sueños y fantásticos momentos, que quisiera hacerlos realidad hoy más que nunca.
Hay inexplicables días, con sus tardes y momentos, con rincones silenciosos, con agudos clamores y con frío, en los cuales no te tengo y no te encuentro. Cuanta falta le haces a mi vida, para seguir viviendo.
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