Hoy quiero escribir para ti, hacer de mis textos esa conexión entre las palabras y tu cuerpo para que tu mente internalice sensaciones y formes tu propia biblioteca de recuerdos.
Entonces mis palabras para ti se conviertan en besos tiernos y luego apasionados, besos pequeños y besos largos, besos que te recuerden que eres delicada y besos que despierten la fogosa mujer que eres. Besos que recorran tus labios y que se deslicen por tus mejillas, besos que prueben tus pechos y bajen sin miedo y sin pudor. Besos que se queden en tu vientre y que se deleiten en tu sexo. Besos que descubran en tus muslos puntos que nadie ha recorrido y que lleguen a tus pies.
Si estás sola comienza por imaginar esos besos, reconociendo en ti cada espacio que puede ser besado, si estás acompañada deja un segundo en silencio que mis palabras lleguen a tu cuerpo.
Entonces mis palabras se convierten en manos, que van a acaricia cada centímetro. Palabras tersas, palabras tibias, palabras que cosquillean y aprietan. Palabras que pueden acariciarte suavemente y honrar tu templo, palabras que encuentren lugares inexplorados y arranquen sensaciones. Palabras, letras, frases que tienen todo el tiempo del mundo para tocarte, para deslizase, para abrazar, para palpar cada centímetro.
Palabras que se escriben sólo para ti, para incitar el erotismo y con ello que crezca el deseo, palabras que irradien calor y certeza que amen por si solas sin necesidad de explicaciones, siempre con actitud de respeto y amor hacia el placer que te transportará a una experiencia mística.
Palabras que se trasforman en yemas de dedos que te conocen y te redescubren únicamente para que sueñes despierta, palabras que suave y lentamente frotan, se extasían en tu geografía como colonizando, como si no existiera otro camino, como si no hubiera nada más que tu universo.
Hoy quiero escribir para ti, sintiendo para mí. Letras y palabras que te hagan temblar hasta que sientas que se humedecen tus recuerdos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario