de la consigna de no dejar morir la primavera,
cuéntame del fiero aletear de palomas de la paz
y del salto al vacío para hacer la historia.
Marca de nuevo el camino de la patria,
para gozarnos esta revolución como una fiesta,
enamora nuevamente la conciencia
y profetiza la dignidad y la justicia.
Lanza tu grito de alegría en bullerengue,
en vallenatos, en salsa o en merengues,
que los nuevos ritmos se tomen por asalto,
para poder cocinar en la nación este sancocho.
Vamos a andar otra vez los caminos de Colombia
con tu voz, tu desparpajo, tu risa contagiosa,
vamos a andar por los caminos a la gloria
que tu legado se vuelve a construir en la memoria.
Dame tu mano flaco es el momento,
de hurgar conciencias y recuerdos,
de levantar banderas de colores
y de rehacer para los hijos los senderos.
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