Chiquita
Tu amor es dulce como melcocha con maní,
que se deshace en la boca,
un regalo divino que nos envuelve
en su magia y nos lleva a un rincón del alma
donde el tiempo no se arruga.
Tu amor es como los días de fiesta en la calle,
cuando el sol sonríe a través de las nubes
y el aroma a melcocha se mezcla con el canto
de los niños que corren despreocupados.
Tu amor se estira en las manos,
se estira entre los dedos,
y cada pedacito de maní, crujiente,
es un recuerdo que sabe a eternidad.
Tu amor se pega a la piel,
como el dulce pegajoso de los años dorados,
donde no hay prisa, solo risas y juegos,
y la vida es un carnaval de sabores y sueños.
Eres el maní que cruje en medio de la melcocha,
una mezcla de dulzura y realidad,
una caricia que sabe a tierra y a cielo,
y un abrazo que nos envuelve en su candor.
Amor, dulce como melcocha con maní,
en cada bocado descubro la esencia
de un sentimiento que no se olvida,
que se atesora en el alma.
Jorge Alberto Narváez Ceballos
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