Noche larga
Noche larga y cruel,
que cubres la tierra con un manto oscuro,
no quiero sentir tu aliento,
quiero que te alejes,
que te disuelvas en la bruma del amanecer.
Noche vasta y amarga,
¿por qué traes en tu sombra
el peso de un amor desvanecido,
un amor que oprime,
pero que no encuentra su fin?
Es el castigo de no saber esperar,
el castigo de un corazón que tiembla,
que busca la fuga
en cada latido,
y al final,
nos arrastra a un abismo
del que no podemos escapar,
ni tú ni yo.
Noche profunda y cruel,
no quiero que toques mi puerta,
quiero que te vayas lejos,
con el eco de un sueño inacabado.
Sin saber que en tu sombra
vi pasar su figura esquiva,
y al final,
he de dejarla ir
con otro amor.
Jorge Alberto Narváez Ceballos
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