sábado, 27 de febrero de 2016

CARTA No. 9



Mujer



Sé que con nuestro amor no íbamos a salvar el mundo.

Sé que además todo va a seguir sucediendo. La guerra, la muerte, la maldad humana.



Sé que nada hubiera cambiado, con nuestro amor.



Sé que con nuestro amor no íbamos a cambiar el mundo, pero cuanto me hubiera ayudado tu amor, para cambiar tantas pequeñas cosas de este, mi mundo.



Nadie puede cambiar mi mundo, sino eres tú.



Claro que sé que no se cambia el mundo con este amor, pero te cuento, cuanto habríamos cambiado, los dos, con este amor.


REENCUENTRO


jueves, 25 de febrero de 2016

CONTEO PROGRESIVO




0

No tan deprisa
Desnúdate primero el alma
Después tu risa



1

Como la vida
Montaña, aire, agua
Que a mí me sana



2

Piel y deseo
Acude a mi mente
Tu recuerdo



3

Aquella tarde olvidé las penas
Pensé que no existía el tiempo
Pero llegó la noche



4

Sé que pasarán los días
Como las gotas
Y como ellas humedecerán mi alma



5

Aún tan lejos
Mi respuesta sigue siendo
El resto de mi vida por un segundo
Otra vez con ella



6

Nada quedó
Pero su aroma en mi piel
Inunda la atmósfera



7

Plácida entre mis brazos
Duermes en silencio
Imposible no morirme de amor



8
Primero tu voz
Después tu calor
Aunque no salga el sol



9

Sobre el otoño olvidado
La primavera se posa
Tarde de frutas jugosas



10

Lees mis poemas
Llenas mi silencio
Amo tu sonrisa



11

Pequeños pies
Olor de hermoso amanecer
Sol y ternura



12

Tarde de invierno
Cierras la puerta
Y en el universo hay otro big-bang



13

Cuando respira es un canto
Canto que canta a mi vida
Pasión que me lleva hasta el cielo



14

Me besó
Ardió la pradera
Reverdecieron las montañas



15

Te sigo
Como la sombra a tu cuerpo
En una noche de luna llena



16

Mi mano y la sombra
Mi vida palpita
Tu dulce contacto

17

Tu figura bañada por la luz de la luna
Tu sonrisa resonando en el espacio
Mi pequeño secreto



18

Entre las sábanas
Con tu piel
Hasta la mentira se pierde



19

Completamente bella
Completamente tuyo
La luna suspira



20

Todo el universo
Es el mismo lugar
Cuando estoy en tus brazos



21

Ayer cubrí tus ojos
Tus besos
Con la vida misma



22

El aire se aquieta
Tu cuerpo explota en alegría
Es el comienzo y final del arco iris



23



Y entonces parpadeas
Y en mi mundo
Es como si la vida empezara

martes, 16 de febrero de 2016

CARTA No. 8






CARTA No 8.

Mujer.

Me seduce la forma en la que me haces reír con solo mirarme. Es un lenguaje que no alcanza a describirse con palabras, me gusta como me miras de esa forma lujuriosa que acompañas con una sonrisa traviesa, provocándome. Me encanta sentir tus manos en mi piel, adoro las veces que me haces desearte, aquellas en que me besas y te alejas. Me embrujas cuando al sentir tu excitación, al final de cuentas me dejas amarte y me amas hasta perdernos en el tiempo.

Me atrapas en tu mirada coqueta, en tus ojos pícaros con ese toque injusto de ternura. Me pierdo en el recuerdo del primer beso, fue corto y tierno. Acercaste tu rostro hasta el punto en que pasaba la luz entre los dos, esperando el tiempo suficiente para que yo rompiera ese espacio.

Te bese despacio, degustando tus labios, tu lengua y tu respiración. Te bese, me besaste, nos besamos. Me embriagué con tu respiración entrecortada, tus gemidos y tus caricias.

Aún en las noches o en las tardes de nostalgia, yo escucho y miro ese hermoso paisaje entre sombras, en medio de una luz tenue que te iluminaba lo suficiente para poder ver tu rostro pálido primero y en segundos sonrojado y plácido. Recuerdo con certeza, como bajé por tu cuello escuchando cada sonido, cada latido, cada susurro hasta alcanzar tu pecho. Como una película aparece ese momento en que mis labios y mis manos buscaron, lentamente, suave, con ternura. Esperando esa señal de aprobación, porque más que tenerte quería que lo desearas.

Un delicioso sopor recorre mi cuerpo viendo, al cerrar mis ojos, esas imágenes. El placer me invade. Siento aún tu respiración cálida, húmeda. Tu rostro, tus hombros, esas imágenes vueltas palabras deben ser el mejor de los poemas. 



Latidos apurados 

Gemidos ahogados 

Bocas que se funden



Fricciones de la piel 

Presiones de las manos

Roces de los labios


Respiración entrecortada que se funde en un abrazo profundo, para amarnos hasta el fin de la noche y mucho más, dejándome marcado por siempre, jamás, amén.

lunes, 15 de febrero de 2016

INTIMIDAD






Hay días, como hoy, en que tengo palabras queriendo ser pronunciadas por tu boca. Palabras ávidas en la punta de mi lengua, para nosotros.


Hay tardes, como esta, llenas de silencios queriendo ser copados por suspiros, sonrisas, clamores a la vida. Silencios en que se hace uno tu imagen y tu recuerdo.


Hay momentos, tal cual este mismo instante, en que mis manos extrañan tu tibieza. Tibieza de tu carne y tus palabras, tibieza de tus ojos dejando ver el alma, llena de sueños y fantásticos momentos, que quisiera hacerlos realidad hoy más que nunca.




Hay inexplicables días, con sus tardes y momentos, con rincones silenciosos, con agudos clamores y con frío, en los cuales no te tengo y no te encuentro. Cuanta falta le haces a mi vida, para seguir viviendo.

domingo, 14 de febrero de 2016

CARTA No. 7



Que importa esperar, si en nuestro próximo encuentro cubriré en tu cuerpo con mis besos, cada espacio de dolor o de miedo. Quiero que olvides la tristeza o la desilusión. Que de tu corazón solo resuene el latido de pasión pues nada vale una sola de tus lágrimas.

Así para que cuando llegue el día en que me vaya para siempre,para siempre recuerdes cada caricia, cada palabra, cada momento de amarnos, por siempre y para siempre.

sábado, 13 de febrero de 2016

LLUEVE








Llueve.
Se oye el repicar de las gotas en la ventana mientras te pienso, mientras trato de no olvidar tu mirada, tu tacto, tus palabras, el olor de tu cuerpo. Mi mente intenta recordar cada detalle, para no perderte.

Pero lo que la mente no alcanza lo copa el instinto, mi cuerpo te recuerda mejor que mi cerebro, en movimientos suaves, lentos y precisos.

Escucho la lluvia, las gotas golpean fuertemente el techo y las ventanas haciendo la mejor de las músicas para recordarte.

Te imagino junto a mí. Húmedos, plácidos, amándonos ávidos de seguir sintiéndonos.

viernes, 12 de febrero de 2016

NADIE COMO TÚ


Este tiempo que no olvida
A veces vacío
A veces lleno
Envuelto en sombras
O de sonidos rodeado

Este tiempo que se impregna de ternura
O bañado de deseo
Dorado de sonrisas
O de lágrimas

Este tiempo que se queda
Desnudo tiempo
Sólo tiempo
Con mis ojos recordando los tuyos
Con mis labios saboreando el viento
Tiempo perdido

Este tiempo sudoroso y tibio
Como tarde de domingo
Con mis manos intentando tocar la luz
Tiempo sentido

A tus ojos aún les debo mis sonrisas
A tus senos mi locura
En un tiempo que se va tras el sonido del reloj
O tras el aire

O del aletear de aquellas golondrinas

martes, 9 de febrero de 2016

AMOR A PRIMERA VISTA



Desnuda, frente al espejo, mira con atención cada rincón de su cuerpo. La redondez de sus caderas, sus muslos frescos, sus glúteos duros, su vientre terso.


Es una hermosa mujer y lo sabe. Sentada frente al espejo observa con orgullo su cuerpo desnudo. Sujeta sus pechos con ambas manos y apreta suavemente los pezones; su cuerpo incitado, humedeció su sexo en el acto.


Conoce cada parte de sí, cada pliegue, cada lugar. Le encanta mirarse y sentirse, disfruta el lenguaje de su cuerpo.


Circunda el clímax con sus ojos y se humedece con sus recuerdos. Su mente revuela en las evocaciones de otros tiempos o en las ideas que pasan por su cabeza en algunos momentos; su cuerpo tiembla y su boca pretende repasar un beso.


Sacó del álbum de vivencias lo que mejor le pareció y lo mezcló con sus deseos, una deliciosa amalgama de sabores, sensaciones y de sueños.


Más hembra que nunca, tocó su sexo, sacó de sus instintos un ajuar de aventuras y placeres que nunca se atrevió ni siquiera pensar y que su cuerpo no había logrado tener en la realidad.


Cerró sus ojos y se dejó llevar por un placer que recorría sus entrañas y que inundaba su cerebro. 

Rozaba ligeramente su clítoris con las yemas de los dedos, apretaba sus muslos, pronunciaba palabras que ni siquiera se había atrevido a murmurar en presencia de nadie. Y sus dedos instantáneamente se aceleraban, en círculos cada vez más amplios, cada instante más húmedos, cada vez más profundos…


Abrió sus ojos y se observó sonreír. Aún con el aliento acelerado, con su corazón latiendo en su garganta y la mirada perdida, se enamoró de su figura en el espejo.