viernes, 24 de julio de 2015

POEMA SIN RAZÓN


PENSÁNDOLA



Sé que al no poder decirle ciertas cosas que me inspira, pues me toca simplemente suspirar cuando la miro.


Me disculpa si la molesto con estos suspiros, la verdad no creo que le lleguen hasta el lugar donde toma el sol y sonríe; pero si de algo estoy seguro es que desde el primer momento en que la vi, hace tiempo, me arranca un suspiro cada vez que la veo.


Si mirarla me alegra la vida, gracias al Dios de nuestros padres, por mis ojos.